“…Peferiría ser el Diablo, que ser el hombre de esa mujer ”. Curiosa frase para ser parte de una canción de un hombre profundamente religioso, que dificilmente se hubiese permitido licencias poéticas de este tenor. Pero la historia de Skyp James, que hoy retomamos, está tan desbordada de contradicciones, misterios y escenas increíbles y espantosas….. que la expedición de Dante a los circulos del infierno en “La comedia”…. nos sabe a una fiesta de disfraces deprimente. Y…. justamente en esta frase del blues “DEVIL GOT MY WOMAN” puede estar la clave de una vida tormentosa.
Refresquemos un poco la memoria:… Nacido en una plantación de Bentonia, Misisipi en el sur Estadounidense en el año 1902. James fue hijo de un predicador baptista, que fabricaba alcohol ilegalmente durante la década de la Ley Seca. Como tantos otros descendientes de afroamericanos, trabajó en las plantaciones de la zona, y fue uno de los miles músicos negros que vagaban por el Delta del gran Río, en épocas de segregación racial y tinieblas económicas.
Skyp era un músico de blues extraordinario, casi sin saberlo…..-Tenía una extraña dulzura en el tono, irresistiblemente natural, con delicados raptos de melancolía y fatalismo. Sus accesos místicos y un clima de tensión permanente en sus canciones, nos deberían haber hecho presagiar lo que vino a continuación:….Tras registrar dieciocho cortes en los rústicos estudios de grabación de la Paramount en Grafton, Wisconsin, Skyp desapareció sin dejar rastros visibles.
Por un lado lo comprendemos: Las ilusiones de James, se debieron venir abajo cuando la Paramount detuvo su actividad debido a las secuelas de la debacle de Wall Street. Por otro es absolutamente… increible, increible… lo alejado de la música que se mantuvo, y digo esto porque de alguna manera y a pesar de haber grabado una sola vez, el tipo era una leyenda: Escuchado y copiado por gigantes de la talla de Jhon Lee Hooker o Jimi Hendrixs… reconocido como el fundador de la escuela "Bentonia 'del blues del Delta….con sus escasos temas re-versionados hasta el hartazgo….nadie supo nada de él durante 33 años.
Sin embargo en los años 60 con la explosión del British Blues y el revival folk, el género del BLUES tuvo su períodos de popularidad, cuando en Europa se consolidó un circuito de clubs y aficionados fieles que perdura hasta nuestros días. Y en Norteamérica, por esos años, el blues era ya…cosa de blancos…de Nerds blancos. Sucedió entonces que un pequeño grupo de universitarios, fervientes coleccionistas de discos de blues, se hicieron la pregunta del millon: ¿Qué fue de la vida de este tipo? ¿Dónde demonios esta Skyp James?
Y los estudiantes comenzaron una especie de cadena nacional de investigación para dar con el paradero de Skyp, si es que aún estaba vivo. Al cabo de unos meses de exhaustivas averiguaciones, viajes y requisas casi policiales…… Los muchachos encontraron a un sexagenario Skip James en un hospital en Tunica, Mississippi. De acuerdo con las crónicas de la època, el redescubrimiento de Skip y de otro mítico blusero del sur, nada menos que Son House, prácticamente se produjo en el mismo momento que comenzaba el "resurgimiento del blues" en los Estados Unidos.
James no era ni siquiera una figura olvidada, era casi una leyenda urbana fantástica, completamente desconocido fuera de un pequeño grupo de fervientes coleccionistas de discos de blues. No había sido un músico profesional desde hace décadas….y, sin embargo, sus admiradores blancos jóvenes estaban ansiosos por escucharlo y, con suerte, volver a grabar algunas nuevas canciones.
Curiosamente, James no pareció sorprendido ni muy agradecido por la llegada de los insólitos visitantes y, después de una breve charla, el veterano cantante de blues, sentenció con amargura:"Ustedes deben ser muy estúpidos… Se han tomado mucho tiempo para llegar hasta un puñado de viejos huesos….., para obstinarse en el recuerdo de un hombre que ha elegido el olvido como su única dignidad”.
Al mes siguiente, y a pesar de algunas reticencias, James apareció en el Festival de Folk de Newport, ante más de 17.000 personas, que eran testigos involuntarios del regreso fantasmal de un alma enigmàtica y oscura, como cada uno de los días….. de esos 33 años que James no divulgo a los mediocres curiosos que lo indagaron.
James murió de cáncer en Filadelfia el 3 de octubre de 1969. Solo dios sabe, si esta no es otra prolongada pausa del blusista olvidado. El universo tiende al olvido, al anonimato, a la fuga de próceres, monumentos y ciudades. Cualquiera que crea que un nombre significa algo, es presa de la burla del tiempo y la risa de los dioses.
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