Thelma y Louis (o como construir una tragedia)

Thelma es un ama de casa convencional. Louise trabaja como camarera en una cafetería. Juntas se ponen en marcha conduciendo un Thunderbird descapotable del año 66, en lo que debía ser una excursión de solo dos días.

Esos dos días les bastan y sobran a Thelma y Louise para descubrir lo que está latente en todas las vidas, pero se manifiesta claramente en pocas. Descubrir que el amor humano es la unión de dos seres sujetos al tiempo, al espacio y sus accidentes.

Vamos a ser más específicos, porque los accidentes del tiempo y el espacio son numerosos y complicados. A ver: El cambio, las pasiones, las familias, los esposos, el trabajo, la enfermedad, los bares, las rutas, las injusticia, otros amores, las bebidas baratas, la estupidez, las malas decisiones…..la muerte.


Por todo esto y muchas cosas más que le permito, agregar al oyente en esta incompleta lista… todo amor, todo amor, incluso el más feliz, es trágico.

Hay una escena inolvidable al promediar la película, donde Louise… fabulosamente interpretada por Susan Sarandon….se queda mirando una anciana, mientras Thelma supuestamente baja a comprar algo a un minisuper. Esto sucede inmediatamente después de que nuestras heroínas han sido robadas y todo parece indicar que nunca llegarán a México para librarse de la policía que les pisa los talones. Le quedan muy pocos dólares y ninguna esperanza. La escena es eterna e incómoda.

En la mirada de Louis está la resignación, la desesperanza, el regreso de todos los fantasmas, de todos los miedos…. y de pronto… ……!!!!!BOOOMMMMM!!!!!!......Thelma vuelve al auto a los gritos, con una pistola en la mano y con la cartera desbordada de dólares que ….acaba…acaba de robar de la tienda…!!!! Si, si……la tonta de Thelma, la que cuarenta y ocho horas antes, asentía a cada palabra pedante de su marido; la que se negaba la realidad siempre que podía…..la chiquilina, la indefensa, la ingenua. La que se dejo seducir y robar.

Ahora Thelma y Louis están enamoradas.

Según Octavio Paz, en su libro “La Doble llama”, el amor es la pasión central de hombres y mujeres de Occidente, y su fatalidad radica en que es una pasión inflexible. La herencia del amor romántico tal y como lo hemos construido colectivamente desde los poetas provenzales de la edad media hasta nuestros días, está estructurado con cualidades opuestas que imposibilitan la plena satisfacción y atraen sin cesar la tragedia.


  1. Creemos elegir libremente, pero no. El amor no se elige, el amor sucede. Y esto implica que no hay elección.

  2. Queremos exclusividad y posesión. Pero es la incertidumbre de perderlo todo lo que nos mantiene enamorados.

  3. Ansiamos eternidad .Aunque en realidad el sentimiento es tan intenso por ser efímero.

  4. Reclamamos reciprocidad (aunque el verdadero enamorado sigue en ese estado, por mucho que le expliquen que no es correspondido).

Todo esto es injusto y patético por donde se lo mire. Todo esto, en realidad está mal construido. Nos equivocamos. Es hora de aceptarlo. Nos equivocamos por casi nueve siglos.


La escena final de Thelma y Louis tiene no tiene desperdicios. Nos encontramos con la siguiente encrucijada: Las chicas están rodeadas de policías….al borde de un precipicio polvoriento, con todo su pasado como una mochila de plomo insoportable y con un futuro previsible y mísero. Entonces comprenden todo de repente, en una epifanía trágica y mortal. Lo único que les queda es el presente….


No quieren un camino largo y deprimente…

No quieren amar a nadie más….

Quieren perderse para saber quienes son….

Entonces, se toman de las manos…..aceleran a fondo……..y cierran los ojos…..Ya en el aire, todo se vuelve negro.

Los que tengamos un poquito de corazón, correremos a Texas a construir un puente….no vaya a ser que en la próxima persecución, estemos acorralados nosotros.

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