Mutantes: Primer devenir − La voz eterna

Narrador − Cuenta la leyenda que, cuando la Gran Ciudad encontró su calma, un rastro del Apocalipsis siguió recorriendo las calles. Las personas siguieron trabajando como si nada hubiese ocurrido, como si el orden jamás hubiese sido alterado. Todos llevaban en su memoria cada uno de los sucesos por los que el pueblo tuvo que pasar, pero los burócratas siguieron sellando papeles innecesarios, los panaderos siguieron creando el desayuno de todos, los corredores de bolsa siguieron especulando y los cocineros siguieron y seguirán dándoles de comer a los que aún no se animan a prender una hornalla.

Aún así, la calma nunca es eterna; eso lo supieron todos… cuando un hombre mutó.


Nadie diga nada, es un secreto

Algo se infiltró en nuestro mundo

Y nuestra paz, nuestra ficción, corre riesgo

La sociedad, ¿qué hará al saber que…



Hay un rumor que la calle cruzó?



Hay un mutante en cada rincón de la ciudad

No le digas a nadie, no se vayan a enterar

En este mundo, nadie responde a un ideal

Visto de cerca, nadie es normal.



El cambio, horizonte del deseo

Lo persigue y lo encuentra especial.



Hay un mutante en cada rincón de la ciudad

No le digas a nadie, no se vayan a enterar

En este mundo, nadie responde a un ideal

Visto de cerca, nadie es normal.




Narrador − Estanislao Verba llevaba más de diez años pidiendo limosna en el centro de la ciudad. Vestía un traje raído y su aspecto era tan desaliñado que muchos depositaban monedas en sus manos pensando sólo en la posibilidad de que se duche, se compre ropa y empiece a trabajar en un estudio jurídico. De hecho, cierta vez, una señora que venía del barrio más encumbrado de la provincia, le dejó un voucher para ir a un spa. De más está decir que no fue a ese lugar, sino que se lo dio a la primera persona que pareciese interesada en ese lugar. Era una mujer de unos treinta y pocos con más cirugías que poros en la piel. Su aspecto era particularmente atractivo para las iguanas. Llevaba un caniche toy atado a una correa…

…el perro era increíblemente insoportable. Parecía nacido de un experimento genético para incrementar la histeria de sus ladridos.

Estanislao se acercó a la mujer con el voucher en una mano y su latita en la otra, y le dijo:



Estanislao − Mire, siora; le doy este coso para un spa si usted hace callar a la bola peluda esa.



Narrador − La señora hizo un gesto de “oh, qué barbaridad me ha dicho” y el perro insoportable, por empatía con su dueña, mordió al pobre Estanislao. En ese momento, algo cambió en él.



Estanislao − Mire, señora. Usted no entiende el talento que su perro tiene. Resulta que su perro, que para cualquier ser humano normal sería algo así como la alarma de un auto, es decir, una apología de ponerle un patadón en el asterisco, en realidad tiene todas las capacidades de un tenor del nivel de Pavarotti. Yo le aconsejo que, en lugar de sacarlo a pasear y que intente dar rienda suelta a su instinto lírico sin ningún entrenamiento previo, lo lleve a un profesor de canto y de una vez se deje de romper las…



[interrumpe] Y ahí, Estanislao se dio cuenta de que la señora se fue del lugar, cansada de tanto parloteo. Miró hacia abajo, frustrado por lo improductivo de la charla, y se dio cuenta de que tenía un billete de cien pesos en la lata.



Estanislao − ¡Uh, golazo! [pausa] Eh… ¿y ahora qué hago con el voucher del spa?



Narrador − Lo que Estanislao Verba nunca supo − y si nadie se lo dice, nunca lo sabrá − es que el carácter insoportable de ese caniche toy era contagioso. Sin embargo, poco tardó en descubrir que tenía un talento entre sus dientes que debía explotar para su beneficio.



Estanislao − Buenos días, señor. En esta oportunidad, vengo a ofrecerle un nuevo concepto en seguros para todos los bienes que usted posee…



Narrador − [interrumpe] Etcétera, etcétera… Doscientos mangos y no tuvo que vender nada. El poder de su palabra era inconcebible.

Un gerente de recursos humanos se le acercó y le ofreció trabajar como agente de ventas en un call center:



Gerente − Mirá, lo que tenés que hacer es que los clientes agarren viaje con esto. La empresa de celular Caro tiene que subir las tarifas, pero se necesita de la aprobación del cliente, por lo que tu labia es lo que necesitamos.



Narrador − Y Estanislao aceptó. Era su primer trabajo estable.



Estanislao − Che, ¿cómo hago para prender esta cosa?

Gerente − Vos no te preocupés por eso. Con las ganancias que nos vas a dar, podemos tener un esclavo… ¡empleado! …que maneje la computadora.



Narrador − Sin embargo, no todo fue color de rosa para Estanislao…



Estanislao − Buenos días. Soy Estanislao Verba y le hablo en representación de Caro para ofrecerle la oportunidad de mejorar su servicio de telefonía celular y acceder al beneficio de doscientos pesos de crédito con el costo mínimo de…






Narrador − Por teléfono, los diálogos insoportables son muy fáciles de frenar… sobre todo si en lugar de diálogos, son monólogos. Pero el gerente de recursos humanos no quiso desechar el talento de Estanislao y le hizo una propuesta imposible de rechazar…



Gerente − Mirá, lo tuyo es el negocio cara a cara, así que te preparé un escenario y vas a tener que pronunciar un discurso en público.



Narrador - Y así, fue creado el templo Estanislavista en pos de la superación humana, o un chamuyo por el estilo. Luces de todos colores, música estridente, fuegos artificiales y Estanislao Verba vestido de plateado hacían un show digno del público masivo que lo observaba.



Estanislao − ¡El alma de cada uno! ¡Ahí está el poder! Cada uno es capaz de desear con tanta fuerza que los sueños se terminan cumpliendo. Yo mismo deseé que mis palabras trasciendan y ahora me ven, ante todos ustedes. Cada uno de ustedes puede ser yo a partir de esta misma noche. ¿Quién quiere pararse aquí a mi lado?



José Dragún - ¡yo!

Estanislao − Subí. Decime, ¿qué deseás?

José − Yo siempre soñé con ser un gran músico de rock.

Estanislao − ¿Y qué has conseguido?

José − Soy un guardia de seguridad y tengo una guitarra con cuerdas oxidadas.

Estanislao − Tenés que desearlo con toda tu alma, y el universo conspirará para que ese deseo se cumpla. Si no lo has logrado, es porque no lo has deseado lo suficiente. ¿Lo deseás?

José − Eh…

Estanislao − ¡¡¿¿Lo deseás??!!

José − Sí.

Estanislao − Entonces, ¡acá tenemos a la próxima estrella de rock!



[ovación]



Narrador − Los seguidores se envalentonaron. El incógnito guardia de seguridad sonrió y saludó ante todos como si realmente fuese una estrella de rock… aún sin haber hecho nada.

Al terminar el show, Estanislao se reunió con el joven desconocido y le dijo:



Estanislao − Mirá, podés empezar tu carrera acá. Acá tenés una guitarra; mostrame lo que tenés.

Alguien − [toca mal la guitarra] Perdón, estoy muy nervioso…



Narrador − El gerente apareció por detrás, con un gesto de desprecio en cada uno de sus dedos y dijo:



Gerente − No, ya está. La próxima semana no aparece y acá no pasó nada.

Estanislao − ¿Qué? ¿Acaso todo el deseo que le pone no va a servir de nada?

Gerente − ¿No te das cuenta? ¡No tiene talento para nada! ¿Querés que nos haga pasar vergüenza y todo el negocio se vaya al carajo?

Estanislao − ¿O sea que todo esto es un verso?

Gerente − ¡Obvio! ¿Acaso te creíste todo lo que decías? ¡Mirá! ¡Mirá el significado de tus palabras!



Narrador − El gerente le mostró una caja repleta de dinero y la señaló varias veces para reafirmar lo que decía.



Estanislao − Disfrutá del dinero. Si pensás que todo eso es el significado de tu vida, te felicito, al menos le encontraste un sentido. Pocos han podido explicar su razón de ser en este mundo. Es, de todos modos, bastante patético que lo encontraras en papeles estampados de colores. Si yo estuviese en tu lugar, ya me hubiese… ¿eh? ¿Dónde está?



Narrador − El gerente ya se había ido y había dejado a Estanislao hablando solo… con un billete de cien pesos a sus pies.



José − Che, entonces…

Estanislao − Disculpá, todo eso era una farsa. Pero seguí practicando con la guitarra.

José − Entonces, ¿no voy a ser una estrella de rock?

Estanislao − No sé, eso depende de si practicás, si tocás en vivo, si tenés suerte… por las dudas, no dejés tu trabajo, al menos es un trabajo fijo. Vos dale para adelante.

José − ¿Y vos? ¿Cómo llegaste hasta acá?

Estanislao − Hablando.

José − Si tenés tanta mala suerte como yo, sí. Si no, podés ser un excelente guardia de seguridad que toca bien la guitarra.



Narrador − El desgano se apropió del cuerpo y del alma de Estanislao Verba. Ya no sabía decir palabras que sirvan de aliento para su seguidor.



José − ¿Y qué vas a hacer ahora?

Estanislao − Vuelvo a mi vida de siempre… mendigar.



Narrador − Estanislao Verba volvió a su viejo refugio, saludó a sus viejos compañeros, pero…



Mendigo 1 − Vos no tenés nada que hacer acá.

Mendigo 2 − Ya hiciste tu mundo allá afuera. Si no lo aprovechás, nos estás faltando el respeto.

Estanislao − ¿Y qué voy a hacer?

Mendigo 1 − ¿Acaso nunca viste tele? ¡Los habladores como vos son los más pedidos!

Estanislao − ¿Al menos me puedo quedar a cenar con ustedes?



Narrador − Estanislao se quedó con sus viejos amigos preparando el guiso para todos y contando una historia nueva con cada ingrediente que se añadía a la olla. Y así, Estanislao Verba descubrió el rumbo que debía llevar su vida…



Estanislao − ¡Buenos días a todos a este programa llamado “La verba del sabor”! ¡Un programa de cocina para el que quiere aprovechar todo lo que queda en la heladera y darle un nuevo significado! Para hoy, ¿te quedaron berenjenas que están a punto de pasarse?



G D

Después de pisar cien templos

C G

Ya te diste cuenta, son todos lo mismo

Todos predicando paz

Uno firma misiles, otro inmola fieles.

Em Bm

Otro tiene un banco de armas,

Em F

Apoya dictaduras, discrimina gays,

C G

Defiende la pobreza mientras nada en oro.



Mientras vos buscás tu fe

En templos convencionales, yo te ofrezco éste.

No nos llama el petróleo

Y el capitalismo nos importa un bledo.

No usamos dobles discursos,

Nosotros preferimos sonrisas al poder,

No pedimos diezmo, sólo algo pa beber.

Dm Em

Mientras reina la contradicción

F G

Nuestro templo ofrece seguridad

E7 A

Por que…



Nuestro dios está en cualquiera…

F#m Bm A

Nuestro dios, nuestro dios es Kinkón

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