Pedro El Ermitaño, Cruzada Popular

Hacia el año 1000 de nuestra era, empezó a germinar en Europa Occidental la idea de ir al rescate de Tierra Santa. El Papa Urbano II predicó en favor de la sagrada empresa, coincidiendo con la aparición de un hombre denominado Pedro el Ermitaño, que acababa de volver de Palestina y relataba las atrocidades que los Turcos cometían con los Cristianos. Pedro recorrió los territorios de Francia y Germania predicando con gran elocuencia y fervor a las personas más humildes, llegando, al cabo de un tiempo, a organizar un ejército popular, bastante anárquico, que se adelantó a los príncipes y señores de la primera Cruzada Oficial.

JUANA (la campesina): Viejo… viejo… ¿Estás ahí…? ¿Te has enterado de los últimos acontecimientos en la villa?... Al parecer se ha organizado un Tour al lejano Oriente. Partieron hoy a la mañana y más de la mitad del pueblo se ha ido en esa caravana…Es nuestra oportunidad de tomarnos las vacaciones que tanto soñamos…Además, está avalada, según dijeron, por el Santo Padre Urbano II… Nosotros no somos creyentes…pero bué….hay que aprovechar la volada…

VICTORINO: Juana, esposa mía,¿no te parece muy apresurado tomar una determinación de esta naturaleza? Estamos en época de cocecha. Hay que trabajar el campo. Además, si partieron hoy, tendríamos que salir ya mismo para alcanzarlos…

JUANA: Ay, Victorino… Nos matamos todo el año trabajando en la gleba… ¿Para qué? Si cuando tenemos la oportunidad de disfrutar la vida no lo hacemos. ¡Estoy harta de pagarles impuestos a los Señores Feudales para que vivan en lujosos castillos. ¿No te das cuenta que los giles siempre somos nosotros? ¿Hasta cuándo?...Si vos no tenés el coraje suficiente, no me importa…me voy sola y punto… Toda una vida encerrada en estas cuatro paredes…..

VICTORINO: Vieja, siempre dramatizando todo vos….seguro que tu hermana te puso fichas para embarcarte en ésta locura…Me tienen podrido las dos. Es un delirio abandonar todo ya mismo, por un viaje al Oriente, por mucho que lo avale el Papa…

JUANA: Pero esto es algo serio….hasta hay un guía turístico que se puso a la cabeza de la expedición…Un tal Pedro Estaño…seguro que es un caballero explorador…vamos a poder conocer Constantinopla, vamos a pasar por Antioquía, por Siria, si no lo hacemos ahora, no lo hacemos más….

VICTORINO: No se, no se… ¿Tu hermana va?

JUANA: Si, ya se fue esta mañana con su prometido…Me contó todo a las apuradas mientras se estaban llendo… ¡Dalee! Seguro que también van los muchachos de la Taberna…la vamos a pasar bién…¡Basta de sacrificios! Por favor Victorino… te lo pido encarecidamente.

VICTORINO: No se, no se... vos viste como es tu hermana Josefina, siempre exagera todo, entiendo todo al revés…Vaya a saber de qué se trata esa tan mentada “Expedición Turística al Oriente”… No me cierra para nada…

PLEBEYO: Victorino, viejo cascarrabias… ¡Viví la vida! ¡Deja de hacerte problema por todo…che!...Dale, dale…vamos a preparar los caballos, que mañana después del mediodía a más tardar alcanzamos la caravana…¡Podría ser como nuestra segunda Luna de miel!

VICTORINO: Sí, si… mira como voy corriendo a prepara las cosas.



Y así fue como Juana y Victorino partieron en busca de un viaje de placer que no era tal… Ya que la caravana que seguían era nada menos que la liderada por Pedro el Ermitaño, el carismático y demente monje, que había organizado un ejercito popular con gente de la plebe, para rescatar el Santo Sepulcro de manos de los Turcos Selyúcidas. Cuando el matrimonio de campesinos alcanzo al otro día la turba de gente, el mismísimo Pedro soltaba a la multitud una enérgica arenga para motivarlos. Todos lo escuchaban con respeto y fascinación.

PEDRO: (CON TONO MESIANIVO) Si queridos hermanos. ¡Es hora de reestablecer el reino de Dios!...Con la bendición de Urbano Segundo, cargaremos contra esos sacrílegos musulmanes, que profanaron la sagrada tierra donde predico nuestro señor Jesucristo…

VICTORINO: (SUSURRANDO)… ¿De qué está hablando este hombre Juana?

JUANA: ¡Ssshhhh!!! ¡Pará que no se escucha bien!

PEDRO: ¡Arrepentíos de sus pecados hermanos! Que solo los puros de corazón sobrevivirán a la cruenta batalla que nos espera. Donde la sangre derramada, lavará todas las culpas que puedan haber acumulado en tantos años de perdición, alejados del camino de la verdad…

VICTORINO: ¿Pecados? ¿Batalla? ¿Sangre derramada?. ¡¿Donde nos metimos Juana?!

JUANA: ¡Ay! La verdad no se, hay algo acá que no está bien…

PEDRO: Estos bárbaros Turcos de Oriente son de lo peor… Rodeados de lujos superfluos; de su arquitectura preciosista repleta de arabezcos; de sus magníficos y pedantes telares de vivos colores…

JUANA: Este tipo está loco, es justo lo que vinimos a buscar, algo exótico…estoy harta del inmundo rancho en que vivimos…

PEDRO: Comiendo todos los días manjares suculentos…condimentados con las más exquisitas especies…regodeando su fino paladar en el pecado capital de la gula…

VICTORINO: Si….lo que buscamos….estoy harto del guiso de lentejas sin gusto a nada…

JUANA: Callate, no te hagas el Chef, que vos vivís arrebatando los asados…

PEDRO: Entregados también, sin ningún recato ni restricciones,….al goce de la lujuria perpetua en esos impíos harenes de los inmundos Jeques y Sultanes, donde retozan sensualmente hasta el amanecer rodeados de hermosas Odaliscas…

VICTORINO:… No te puedo creer, y yo que te escucho roncar hace veinte años…

JUANA:… Ah claro, seguramente vos sos Felipe el hermoso…

PEDRO: Debemos destruir este terrible mundo de placeres desaforados… que ha venido a reemplazar el recato, la templanza, el sacrificio y la abstinencia que todo buen cristiano debe conservar…

VICTORINO: ¡No! Esta loco en serio este tipo… te dije Juana que era una pésima idea venir acá…

PEDRO: Por eso, mis queridos seguidores de Dios, nuestro Señor…, Nos enfrentaremos sin miedo a estos blasfemos, que además son terribles guerreros sedientos de sangre… armados con las más crueles y modernas espadas, con lanzas del más puro acero, con arcos y saetas perfeccionadas a través de siglos de experiencia asesina…

VICTORINO: ¡No!... En la que nos metimos, viej, estamos hasta las manos…

PEDRO: Y no tendremos miedo…No señor….aunque nuestras armas sean humildes y primitivas…aunque solo poseamos para nuestra defensa palos de amasar y rastrillos de pésima calidad…¡No tendremos miedo!… ¿Saben porqué?...Porque el señor Jesús está de nuestro lado,…blandiendo con fuerza el blasón de la justicia divina….

JUANA:…Si, viejo… Este tipo definitivamente no tiene todos los patitos en fila… Además, nosotros ni siquiera creemos en Jebús… ¡Rajémos!



Aterrorizados y desengañados por el discurso de Pedro el Ermitaño, el humilde matrimonio de campesinos se dio a la fuga casi de inmediato, pero, en el apuro de huir de toda esa locura, equivocaron el rumbo y se internaron en la región de los Turcos Selyucidas, un desierto cruento y hostíl, en el cual vagaron en circulo, hasta que por casualidad desembocaron en el Harén de un poderoso Sultán. En la entrada, un eunuco salió a recibirlos…

EUNUCO: ¡Buenas tardes forasteros! ¿Cómo es que han llegado hasta aquí, solos y sin provisiones?

VICTORINO: (JADEANTE)…Hola hermano Turco, estamos perdidos hace días, venimos huyendo de una turba de locos que quiere conquistar tierra santa a los empujones y, por favor, le pedimos alojamiento y agua hasta que retomemos fuerzas y nos orientemos para volver a casa…

EUNUCO: Está bien, adelante. Antes que nada déjenme presentarme: Yo soy el Eunuco encargado del Harén del Sultan Karem-Abdul-Jabar, que ha salido esta mañana a organizar su ejercito para hacer frente a la invasión de unos extraños Occidentales, que no se sabe bien con que intenciones vienen…

VICTORINO: Mira vos…, disculpeme…Don Eunuco, o como se llame….nosotros no somos de la zona, y me gustaría saber, si esto que usted denomina Harén, es lo que yo creo que es…

EUNUCO: Bueno, ¿podría ser más explicito?… ¿Que es lo que usted entiende por Harén?

VICTORINO: Hace poco, en un discurso que tuve la oportunidad de escuchar, me lo describieron como un lugar donde hay finos tejidos, deliciosos manjares, hermosas Odaliscas…

EUNUCO: Ah, si, si… tal cual. Pero antes que nada, por favor pasen y pónganse cómodos, mientras yo les voy preparando algo de comer, porque realmente se los nota exhaustos… ¿Les apetece a los señores el guiso de lentejas?

VICTORINO: Este… no te ofendas, pero si tenés alguna otra cosa, mucho mejor… algo típico de la zona….con todo respeto Don Eunuco… ¿Puede ser?

EUNUCO: Muy bien, veré que puedo hacer, en un momento regreso con ustedes…

VICTORINO: Gracias che… disculpá las molestias… ¡Que bárbaro vieja!... Por fortuna encontramos este Haren… Sino, no se que hubiera sido de nosotros…

JUANA: Si, si…tuvimos suerte Victorino, La voy a matar a mi hermana cuando la agarre, siempre entendiendo todo al revés…

VICTORINO: Yo te avisé vieja… Ya está, que le vamos a hacer….Che, cambiando de tema, ahora que estamos más relajados…, la verdad que estas semanas vagando por el desierto, me han servido para pensar un poco….Y aunque lo del Tour turístico salió mal, me sirvió bastante para abrir la cabeza, para tomar otra perspectiva… Tenías razón nomás… nuestra vida como siervos de la gleba carecía de aventura…todo el santo día trabajando la tierra, pocas alegrías, la rutina de la vida conyugal ahogandonos poco a poco… no se…, necesitamos un cambio…

JUANA: Victorino, viejo picarón, ¿Qué andas tramando?

VICTORINO: Mirá, ya que estamos acá… y siguiendo el espíritu osado de este viaje en busca de placer….y aprovechando que el destino nos trajo a este Harén…no se como decirte esto, vieja… Me pinto la onda swinger… Te pido que no lo tomes mal….No es que no te quiera ¿Eh?, pero son tantos años acostumbrados el uno al otro, supongo que vos sentirás lo mismo, no te culpo….A ver, como te explico…sería un pequeño recreo en medio de una vida monótona…, nos se…es una oportunidad única… Están las odaliscas…Esta el señor este… Eunuco, muy educado, parece un caballero…

JUANA: Hay Victorino, la verdad que me sorprendes, tan recto y formal que has sido estos 20 años que llevamos juntos… ¿Te parece?... ¿No estamos grandes para estas cosas?... anda a saber si aceptan la propuesta… por ahí se ofenden…

VICTORINO: Más vale que van a aceptar vieja… ¿No recordas el discurso del Hermitaño? Esta gente es liberal, OPEN MIND, seguro que agarran viaje…

JUANA: Y bueno Viejo, ya que estamos acá, le demos para adelante…

VICTORINO: Esa es la onda vieja, a sacarse los miedos, a probar cosas nuevas… a eso vinimos…

JUANA: Che viejo… aunque está muy apetecible el morocho… no se… es como si… le faltara algo…

VICTORINO: Vieja, no seas paranoica, está todo más que bien… ¿Qué puedo llegar a tener yo, que no tenga semejante Bestia?



Al terminar la primera cruzada, se le ofreció a Godofredo de Buillón el titulo de Rey de jerusalem…
Este noble aceptó gobernar las ciudad, pero rechazó ser coronado como rey….aduciendo que no llevaría una “corona de oro”, en el mismo lugar en que Cristo había portado una “corona de espinas”…

A los monos, nos resulta bastante extraña esta delicadeza simbólica que se tomo Godofredo, después de perpetrar una cruel matanza en nombre de alguien que se cansó de predicar el amor a los semejantes y la indulgencia a los enemigos…

Los gestos grandilocuentes, son el dedo que señala con más eficacia a los cretinos…

1 comentario:

  1. muchachotes: los felicito por este texto, es insuperable. Y la frase: "Los gestos grandilocuentes son el dedo que señala con más eficacia a los cretinos", no puede ser tan necesaria en una época que necesitamos de grandes gestos de humanidad frente a tanto garca dando vueltas. Graciela Olivari

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