El libro de Darwin: Los Mono Festum

La teoría de la evolución del hombre, en su surgimiento, suponía que existía un eslabón perdido la cadena evolutiva del simio al hombre. Casi contemporáneo a Darwin, el antropólogo Jean Paule Donicelle, propuso la teoría de que el primer eslabón perdido no sería otro que la tribu de “mono festum”, un grupo de homínidos que vivió hace 150.000 años sobre nuestro planeta y que, teniendo 47 cromosomas, como todos los monos, lograron, a través de la fiesta, alcanzar un nivel de conocimiento, organización y tecnología que los ubicó en el primer puesto en la evolución hacia el hombre moderno.

Antes del surgimiento de la agricultura, la tribu de los “mono festum” necesitaban conseguir alimento periódicamente para poder subsistir; para lo cual intentaban cazar presas lo suficientemente grandes como para alimentar a toda la población de la cueva. Después de una ardua cacería, en la cual consiguieron capturar un mamut de proporciones sobrenaturales, caminaban los monos Cara Peluda, Mono que ríe, Mano Grande y Luz Parpadeante, dialogando sobre la jornada laboral.

Cara Peluda: Tenés razón, Mono que Ríe.

Mano Grande: A mí me parece que no hay que usar más los puños; darle bollos a un mamut en el costillar lleva mucho tiempo bajarlo.

Mono que Ríe: ¡Tres flechas, tenía, y seguía pateando! Pero bueno, llevemos al bicho a la cueva y después vemos qué hacemos.

Luz Parpadeante: Esto no pasaba con los tigres de dientes de sable; necesitamos algo de tranquilidad.

Cara Peluda: Bueno, pero reflexionemos un poco, no hay que arrebatarse.

Mano Grande: Cuando lleguemos, acomoden todo rápido, porque yo quiero dormir.

Mono que ríe: No seás gorila, Mano Grande; vamos a hablar con el chamán Oso Sentado.


La tribu de los “mono festum” se fueron a la cueva para racionar la comida, reencontrarse con sus mujeres y sus hijos, y consultar con el chamán sobre cómo podían hacer para desarticular la rutina.

(Mono que ríe está todo el tiempo tocando la cuerda del arco –guitarra-).
Oso Sentado: Así es; en los últimos días, he notado que el Sol está cayendo cada vez más hacia el horizonte.

Cara Peluda: ¿Qué? ¿Tan mal está?

Oso Sentado: Creo que el Dios nos está diciendo que también está cansado como ustedes, y que hay que hacer ruido y prender fuego para despertarlo.

Luz Parpadeante: Yo pongo el fuego.

Mono que Ríe: Che, mirá qué loco el ruido que hace esto (empieza a zapar un riff con la guitarra).

Tiempo más tarde.

Oso Sentado: Así es como el Sol cumplió con su trabajo al igual que los monos y ahora viene la noche más larga que se haya conocido.

Cara Peluda: Che, Mano Grande, ¿qué tenés ahí?

Cara peluda armando la recortada
En la pierna de Mano Grande había una herida, fruto de la ardua lucha contra el gigantesco mamut. Oso sentado mandó a Cara Peluda a que busque un ungüento de hierbas fermentadas que estuvieron un año en el interior de un roble.

La combinación de hierbas, con el tiempo, se convirtieron en la primer bebida alcohólica de la Historia
.


Mano Grande: Che. Esta cosa no me curó nada, pero tiene un olor… ¿A ver? (la prueba)

Cara peluda: ¿Cómo se llama esta cosa?

Oso Sentado: Esto es Sangre de Monos, por ser negra, espumosa y siempre jocosa.

Luz Parpadeante: ¿A ver? Dejame probar… Che, ‘tá bueno.

Mono que Ríe: Pasame eso, gorila.

Cara Peluda: No te vaciés el vaso que yo también tengo que curar mis heridas.

Mano Grande: Pero, ¿dónde tenés heridas, vos; si no hiciste nada?

Cara Peluda: Es que tengo un afta en la boca, mirá.

Oso Sentado: Se miran la boca los enamorados…

Luz Parpadeante: Che, esta cosa me hizo bajar el mamut; ya vuelvo…

Y así, los homínidos “mono fiestus” descubrieron la necesidad de divertirse y celebrar periódicamente, llevando la música y el canto consigo a cada momento. La Historia empezó a escribirse con cada acto memorable y cada instante de la vida primate que merezca renombre.

Cara Peluda: Che, ¿qué está haciendo Luz Parpadeante? ¿Está bailando con un árbol?

Mono que Ríe: ¡Dejá tranquilo a ese tronco, radical!

Mano Grande: ¡Por más que lo intentes, no te va a llevar el apunte!

Mono que Ríe: Escuchá, esto es para vos (y canta)

Yo quiero verlo en el árbol
Parece un mono siamés
Sus dientes piden a gritos
Morder un trozo de piel
Si todo nos sale bien
Un bruto asado otra vez...


Creyendo que el Sol cansado
Al caer sobre el horizonte,
Los monos celebraron con sumo ruido
La llegada del fin del mundo;
Y así, la primer civilización,
Se organizó a través de la fiesta,
Compartiendo diversión y sangre de monos
Como si el mañana no existiese.
Pero al día siguiente ellos y el mundo
seguían ahí, con una excusa
para celebrar cada ciclo que pasa
rebelándose ante la rutina.


1 comentario:

  1. no sé como dejar un comentario en una pagina común de esta web. espero que me digan si en el programa del sábado 25 van a estar los artesanos de río xq nos gustaría participar. ah, pasen el nro telefónico también. romina

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