Amanda

El primer amor de Amanda fue el partero que le sacudió un cachetazo en la nalga izquierda.
Esta enamorada de todo en la vida, de su vecino, de su osito de la infancia, del florero, de los platos, de los vasos, incluso, de la grasa que se junta en le extractor de la cocina.
Lee con un amor, respira con un amor, ama con un amor que es envidiable.
Amor al arte
Todo ese amor incondicional le regalo: una hernia de disco por amor al deporte, una gran deuda cuando pasaba por enfrente de una subasta, por amor al arte y seis divorcios. Permaneciendo desconsolada hasta que se le cruza otro hombre y Amanda se enamora irremediablemente no porque él fuese de atributos magníficos, sino por hombre nomás.
El amor la ha convertido en una mujer de aspecto decrepito a muy temprana edad, Amanda no come, no duerme, se golpea con todo objeto cercano y no es sino por ese estado de enamoramiento perpetuo que carga por la vida.
Cae en depresiones cuando se le marchita una hoja de una planta del patio y llora sin consuelo si se le cae una gota de su tan amado café sobre su tan amado piso.
Amanda ya no sale de casa.
No mira ni por la ventana.
Amanda le teme a su amor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario